De la sección “¿por qué Brasil lo logró y la Argentina no?”
Relacionado con la concepción de la política como confrontación permanente, Perogruyo dice:
Mientras poder sea igual a impunidad no hay arreglo.
Hasta que un peronista meta preso a otro peronista por no cumplir la ley no hay arreglo.
Mi comentario:
Desde ya que tienes razón. Pero sin ser un fanático para nada de Brasil, fijate que las cosas son más estables que en Argentina.
El nivel de corrupción en ese país es por lo menos equivalente al de Argentina (por lo que me cuentan mis amigos brasileros, yo creo que debe ser peor). Y, sin embargo, la corporación política se dio maña para alcanzar un consenso muy de mínima que básicamente consiste en no terminar de matar a la gallina de los huevos de oro. No la dejan crecer, es raquítica y demás, pero no la matan.
¿Por qué en Brasil la sangre nunca llega al río y en Argentina están siempre dispuestos a darse baños termales con RH positivo?
Siempre lo digo, no es un problema de corrupción. La corrupción disfraza el verdadero problema.
ReplyDeleteEl problema son las ideas fascistas y del populismo nacionalista.
Y creo, no me atrevo a afirmarlo, que el problema de la Argentina fue creerse durante el siglo XX (y sigue) mucho más de lo que es y haber pretendido confrontar a los EE.UU.
No será que ha Brasil dado su tamaño las corporaciones le perdonan todo y siguen invirtiendo porque hacen negocios, cosa que no hacen aqui porque ni hay negocio.
ReplyDeleteSalvador, en lo económico tiene mucho que ver con eso. El corporativismo prebendario necesita acceso a un mercado cautivo considerable para funcionar. Algo que olvidan los que proponer imitarlo en Argentina.
ReplyDelete¿En lo político? Tal vez la mayor estabilidad económica contribuya a la política.