Con la nueva ley de inmigración de Arizona. A veces parece que lo que le molesta a mucha gente es que se hagan cumplir ciertas leyes que no son políticamente correctas.
Me gustaría volver sobre el tema con lo que decía hace unos años, por si le interesa a alguien:
- Antes que nada, no existe el derecho de un extranjero a entrar a otro país. Ni los mexicanos ni ningún otro extranjero tienen el derecho a vivir y trabajar en EEUU. Son los EEUU los que conceden este privilegio, de la manera en que ellos lo consideren apropiado o conveniente.
- Estoy convencido de que la inmigración es beneficiosa tanto para el que emigra como para el país que recibe los inmigrantes. En algunos casos, también lo es para los países que expulsan población. Estos beneficios van mucho más allá de la mera cuenta de costos y beneficios en el corto o mediano plazo. Es un enorme aporte a la riqueza de un país en un sentido que va mucho más allá de lo económico o monetario. Un país como Argentina es mucho más rico por el aporte de los millones de inmigrantes.
- Estados Unidos debería implementar un sistema de inmigración legal más amplio y generoso para desalentar la ilegalidad. No soy un experto en el tema, pero creo que un sistema como el canadiense podría ser una buena idea. En Canadá existen canales legales para acceder a vivir y trabajar en el país. Además del sistema de selección federal, provincias como Québec y Manitoba tienen sistemas de selección propios. Todos son en base a puntaje. El candidato es evaluado de acuerdo a una serie de requisitos (entre ellos monetarios) y se le va otorgando puntos. Si alcanza el puntaje requerido, está en condiciones de emigrar a Canadá.
- Un canal legal para inmigrar a EEUU sin duda sería un avance, pero no terminaría con el problema de la inmigración ilegal. Lamentablemente, muchos de los actuales inmigrantes ilegales no pasarían un sistema de selección como el de Canadá, donde se evalúa de acuerdo a nivel de estudios, preparación, experiencia, etc. Por las enormes diferencias en el nivel de ingresos y calidad de vida entre EEUU y sus vecinos del sur, aun con un fluido canal de inmigración legal, la ilegal seguiría siendo considerable.
- Por lo anterior, creo que es una fantasía muy peligrosa pensar que es posible terminar con este problema, por lo menos en el mediano plazo. Se puede contribuir a descomprimirlo, pero la verdadera solución no pasa por los EEUU.
- La única solución definitiva a este problema está en los países que expulsan población. Es imprescindible que estas sociedades inicien las reformas promercado necesarias para hacer el catch up con EEUU y otros países desarrollados. Mientras la diferencia en el nivel de ingresos y las oportunidades se mantenga, es prácticamente imposible controlar la situación.
- Por otro lado, existe el problema de los inmigrantes ilegales que ya están en el país. Un sistema inmigratorio legal no serviría de mucho para solucionar este problema. Me temo que tal vez no quede otra opción que una nueva amnistía, por lo menos para los ilegales de mayor antigüedad en el país. No es posible ni deseable expulsar a los inmigrantes ilegales que viven en EEUU.
- La construcción de un muro entre EEUU y México es un disparate y no serviría para nada. Propuestas como ésta reflejan mucho más el grado de frustración de mucha gente que un análisis racional de la situación. De todos modos, creo que EEUU tiene el derecho de erigirla o no, no existe el derecho de los mexicanos a no tener un muro en la frontera con otro país.
- La contracara de un canal legal para inmigrar debe ser necesariamente la asimilación del inmigrante. No integrarse es muy negativo para el país anfitrión y para el extranjero que llega. Cuanto más rápido un inmigrante deje ser un extranjero, mejor. Creo en el derecho al “orgullo étnico” y a no perder la identidad, pero se debe dar dentro del marco de la integración a la cultura y los valores del país anfitrión. No es posible pretender disfrutar de todos los beneficios de vivir en EEUU sin ser parte del país.
En Arizona están todos locos. Esa gente no está fuera de la ley, sólo son ILEGALES.
ReplyDeleteDe no creer.
Y lo que dijo el presidente mejicano? Que esto incentiva el odio.
Hacer cumplir la ley incentiva el odio!!!
Hubiera dicho "dejen tranquila a esa pobre gente que sólo escapa de la miseria que viven en su país... que yo gobierno".
Patético.
Excelente análisis Louis.
ReplyDeleteAdhiero 100% a tu evaluación del asunto.
Y llego a la misma conclusión, hay que integrarse realmente.
Hay un refrán -vos sabés que me encantan- que dice "Al país donde fueres, haz como vieres"
Gracias, Fiura. Si realmente extrañan tanto a su país y valoran tanto a su cultura, ¿por qué no se vuelven?
ReplyDeleteMuy bueno, Luis. Te iba a preguntar tu opinión sobre el tema.
ReplyDeleteLo peor es que los progres creen que la aplicación de esta ley convierte en delito ser inmigrante ilegal. Ser ilegal siempre fue un delito, y lo será aún sin la aplicación de esta ley.
Recién veía el programa de Aristegui en CNN en español, y su invitado decía que la solución estaba en brindar ayuda a los mexicanos emigrados creando centros comunitarios y cosas por el estilo. ¿Y la integración?
Yo no estoy de acuerdo. Creo que las fronteras son líneas imaginarias dibujadas por burócratas o dictadores, y creo que no hay razón para respetarlas, así como no hay razón para respetar las leyes de EEUU que te prohiben usar prostitutas o consumir drogas. Son atribuciones que se toma ese grupete llamado Estado en detrimento de los individuos.
ReplyDeleteSí creo firmemente que mientras exista un Estado de Bienestar es injusto que los inmigrantes usen los beneficios de los residentes legales.
Pero entonces la solución no es controlar la inmigración, sino eliminar el Estado de Bienestar de raiz.
O de última, que el único impuesto sea al consumo, por lo tanto el inmigrante estará en igualdad de condiciones con el residente legal.