La cosa es tan ridícula que, de no ser una tragedia, seria graciosa

(Viene de acá)

Por un lado tenemos a todos los pueblos indígenas que sumados no llegan al 1% de la población venezolana, sin embargo tienen tres diputados en el parlamento como representantes indígenas a nivel nacional y van a elegir uno al parlatino este domingo 26, algo totalmente desproporcionado, son vistos como votos chavistas seguros. Los dichosos diputados van a las comunidades indígenas de visita solamente para las elecciones y los indios tienen la vergonzosa necesidad de venir a Caracas cada dos o tres meses a mendigar, todo muy bien organizado por los caciques y otros lideres políticos, quienes, por cierto son los mismos que se lanzan a candidatos.

La miseria, el hambre y las enfermedades están en aumento, y el gobierno decide expulsar al grupo de predicadores evangélicos de las nuevas tribus por, supuestamente, atentar contra la cultura indígena al convertirlos al cristianismo y darle clases en inglés o castellano; este grupo era precisamente uno de los pocos, junto con los salesianos, que se preocupaban por los indígenas.

Pero si no entienden porque siguen apoyando a Chávez les doy un dato, la semana pasada publicaron un estudio del banco mundial donde decía que la principal queja de los pobres no es la miseria, el hambre, las enfermedades, la falta de oportunidades o de servicios, lo que los hace sentir mal son las miradas de desprecio, así de simple, muertos de hambres pero dignos, y como locoven (TM) dice cada vez que le sale en gana que los quiere allí están ellos apoyándolo.

Ouroboros