Más de este tema, de Mariana:
Yo vivo en un edificio dónde estrenamos rejas, porque entran chorros una vez por año. El edificio no llama la atención para nada y está a dos cuadras de una comisaría, pero así y todo entran. De día es un barrio bien tranqui dónde ves chicos que van al colegio, y gente que hace vida normal (con el debido perdón al INADI por mi falta de consideración a las personas en situación de criminalidad diferente). De noche el ambiente se pone peor. La gente cuando está volviendo a su casa y ve alguien parado en la vereda, da vueltas y no entra.
Por ejemplo, una señora que vive en una casa empezó a dejar el auto en un estacionamiento público a dos cuadras de donde vive porque consideraba peligroso abrir su garaje para estacionar el auto y exponerse a que entren a su casa.
A mí cuando pusieron las rejas, me hizo acordar a la película Soy leyenda, dónde cuando oscurece, se tienen que encerrar y enrejar porque aparecen unos zombies descerebrados que salen a matar o morir.
Pero lo que me queda claro es que por lo menos de noche la calle les pertenece a los zombies descerebrados.
Agrego yo:
Perdón, no lo tomen a mal, pero la sensación que me queda es que los verdaderos zombies descerebrados son los que siguen votando a políticos con las ideas y propuestas del régimen kirchnerista.
Coincido con la visión de Mariana.
ReplyDeleteHe tenido la misma sensación de "Soy Leyenda", sobre todo en una casa familiar de Flores Sur, no tan cercana a la serie de villas que hay por ahí.
Y cuando el otro día comentábamos de los zombies con Louis inmediatamente pensé en los wachiturros mutantes.
Por cierto. La otra noche tuve el siguiente sueño: Se ahcía de noche y la gente, que hasta entonces llevaba su vida normal, volviendo del trabajo, de compras, etc., se marchaba apresurada a sus casas para encerrarse. Porque a la noche la calle se llenaba de zombies y no se podía salir, incluso invadían tu casa, con el consabido resultado.
Ahora entiendo el sueño.
O dejo de ver las noticias o dejo de ver "The Walking Dead".
Habría que decir que, a esta altura de las cosas, a mucha gente si le disparas a la cabeza no pasa nada, sigue caminando igual.
Don Freeman.
(Elige "Kit 'B'" para Apocalipsis Zombie.)
Hace quince años, para sentir el tufo dulzón de la marihuana uno tenía que ir a una cancha de fútbol o pasar por lugares de mala muerte, siempre de noche. El fumar marihuana hacía al falopero en cuestión acreedor al título actualmente casi desaparecido de "drogadicto" y a miradas de recelo.
ReplyDeleteHoy en día, gracias a una piara de wachiturros en edad adolescente que retoza en mi barrio (Belgrano), puedo llenar mis pulmones del olor a faaaaaaaaaso en la puerta de mi casa y a todas horas del día.
Y la experiencia ferroviaria argenta no es muy distinta, con colonias de precoces mangueritos de preescolar (y madres de mirada perdida que no deben llegar a los veinte años pero que andan con bebés en brazos) apostadas al lado de cada boletería e incluso de las expendedoras automáticas.
Cosa curiosa, los chicos son minoría entre los vendedores ambulantes del Mitre; se ve que en la red de subterráneos de Buenos Aires existe un mercado más propicio para nenitos babeantes y sin futuro que andan haciendo malabarismo, cantando lo que pueden o estirando la mano para que se las estreches así de paso te encajan una estampita.
Eso sí, de cada tres afiches publicitarios gigantes, uno tiene la jeta sonriente de una nena en edad escolar rodeada de dibujitos tiernos, con un cartel que dice "Asignación Universal por Hijo - Más chicos en la escuela, más chicos soñando", firmados por Presidencia de la Nación y esa misma ANSES que decidió que yo era demasiado pelotudo para manejar mis propios aportes jubilatorios.
Qué manera de triunfar, che.
A eso me refería en mi comntario a otro post sobre la fuga de cerebros argentinos, sin corazón.
ReplyDeleteDesapareció sin dejar rastros.
Pablo
Lo de siempre, los presos somos nosotros dentros de nuestros hogares con rejas y alarmas cuando la "justicia" defiende al delincuente o malviviente, como quieran.
ReplyDeleteDDHH zurdos del orto!!.
Veo lo mismo que Mayor Payne. Por ejemplo, cuando fui a votar en las primarias, me llamó la atención que a las 10 de la mañana hubiera tal baranda a porro. Ni en los recitales...
ReplyDeleteSupongo que como respetaron a rajatabla la veda de alcohol se volcaron masivamente al porro, y les debe haber costado mucho decidir a quién votar, y para celebrar que se decidieron armaron una gran fumata en el barrio.
Y lo de los niñitos dados vuelta en el tren, es algo que se ve mucho también.
El punto es, lo que están haciendo desde la política no está resolviendo los problemas de fondo. Con el tiempo se están volviendo peores. Alguien que crea en los beneficios del asistencialismo o en el populismo en algún momento debería estar mirando qué resultados consigue.
Lo que crean que están logrando en su imaginación, en sus deseos o en sus corazones no fugados, se da de patadas con la realidad de la calle.
Yo tengo la alegrìa de viajar en el Sarmiento, y en cualquier hora podès olfatear porro.
ReplyDeleteAdemàs de mangueros en la estaciòn y arriba del tren.
Serà esta la profundizaciòn del modelo?
¿Medir resultados, Mariana? Pero eso es una pregunta noventista! Hay que medir las buenas intenciones y el paka paka para todos!
ReplyDeleteOjo, los resultados están a la vista: SIGUEN CONSIGUIENDO MÁS VOTOS Y MÁS CURROS Y VIVIENDO EN PUERTO MADERO.