Final con efectos especiales

Insisto, para mí no sé si el final será el de siempre. O sea, los que conocimos antes (un Alfonsín resignando, un De la Rúa renunciando).

Hubo un cambio "cualitativo" en la sociedad, no de aprendizaje como dijo el primer anónimo, sino para peor.

Una cantidad de argentinos, que son millones, viven de planes o están cautivos de intendentes o punteros.

Esas prebendas son las últimas que dejarían de repartir.

Son los fieles que tuvo Kadafi que lo defendían. Acá no va a estar la OTAN para contrarrestar.

A la incultura, sobre todo del trabajo, de esta gente, se suma que la clase media en gran parte ha sido en tantos años captada por el enfoque "progresista" y "anti-neoliberal".

Eso ya se vino enseñando en los colegios desde los mismos noventa con contenidos antinorteamericanos, antimodernidad.

Y además la clase media no va a salir a enfrentar a grupos violentos.

Sí, el gobierno cuenta con amplios grupos de choque (piqueteros, D'Elia, Pérsico, De petri, etc., incluiría a Quebracho y Polo Obrero).

El probable malestar social que se podría crear seguramente sería combatido con grupos afines, con uso masivo de los medios de comunicación (habrá canales de municipios, de grupos afines, etc., para tal fin).

Quiero decir con todo esto que, como dije la otra vez, nadie se va a ir así nomás, sin sostenerse con la violencia y la acción ideológica.

Que a la larga una crisis fuerte se los terminara llevando puestos, no hay dudas, pero sigo pensando que si habrá un final, no será lo de siempre, como tampoco la salida posterior.

Y espero equivocarme.

Pedro Guernica

(Viene de acá)