Sin analizar el resultado, ni otras cuestiones, fijo mi mirada en el fervor por recuperar libertades conculcadas, libertades básicas como elegir qué libro leer, qué película mirar, el clima de opresión que se creía terminaba.
En apenas 30 años estamos aceptando mansamente que esos valores no tienen sentido.
Frente a una estúpida e infame retórica sobre dignidades, patrioterismo barato, la única respuesta es la indolencia absoluta, la complicidad del ignorante o la del cínico.
Hoy en la borrachera del discurso, pobre e insignificante, muchos se mirarán al espejo y se verán como héroes de una gesta improbable.
Cuando despierten, o la realidad lo haga trizas y no halla discurso capaz de camuflar la realidad, ese espejo les dará una imagen que les resultará tan repulsiva, que la respuesta será romper el espejo.
Lamentablemente creo que en la rotura del espejo estará graficada la de todo límite a la convivencia, es muy probable que la muerte vuelva a señorear en la Argentina.
Una sociedad que ya perdió toda brújula sobre, no ya el bien y el mal, apenas lo correcto e incorrecto, que no se altera ante el insulto y el bastardeo a que se ve sometida diariamente, no tendrá reacción tampoco cuando se nos quiera imponer el relato a la realidad y estos sean tan antagónicos que la única manera de conciliarlos será con sangre. La nuestra.
Disculpen lo sombrío, pero este tema (TELAM, Longobardi, libertad) para mi es el quiebre de todo límite, hay algo que no puedo expresar claramente pero que me hace sentir profundamente indefenso.
Martín
(Viene de acá)
Firmo abajo.
ReplyDeleteMe, too. Es desolador.
ReplyDeletelamentablemente el tiempo del liberalismo pasó; yo lo lamento profundamente, porque implicará un hundimiento largo y profundo en la barbarie. Todo lo que está ocurriendo a nivel internacional despeja ese camino. Estimados amigos del blog, lamento informar que Argentina es sólo un paisito que está atravesando un movimiento internacional de carácter profundo . Veremos la vuelta de los marxismos, los nacionalismos, mucho baño de sangre. Les recomiendo hacerse de un refugio agradable y esperar.
ReplyDeleteUn cordial y fraternal saludo desde la barbarie
Pedro
Claramente desolador y veraz.
ReplyDeleteMe hace acordar a Ayn Rand, lectura recomendable, pero duele y da pena.
Siempre es más fácil destruir.
Esto es simplemente una sensación que cada tanto se repite en mi cabeza:
ReplyDeleteArgentina repite ciclos una y otra vez, como el país carente de memoria que es. Comete sistemáticamente los mismos errores. Yo no viví esa época, pero pude leerla, estudiarla, sacar conclusiones. La gente de 20 a 30 años que sí la vivió, que hoy es una generación que dirige el país, no tiene ninguna excusa. Los pibes de ahora se comen el cuento y muchos no tienen ni idea de lo que nos espera. Con ver lo que pasó en los '80 alcanza, no hace falta desempolvar libros muy viejos.
Emilio.
Reemplazan la historia por idealismo y fanatismo y ni siquiera se dan cuenta. Hablo del argento del que hacen referencia tanto Emilio como Pedro y Martín.
ReplyDeleteMuy bueno, Martín.
ReplyDeleteTan cierto como lamentable.
Ojalá que haya alguien que salga de este extraño letargo, se juegue y despierte a los demás, antes de que sea demasiado tarde.
Suscribo a Martín y Pedro.
ReplyDeleteTrístisimo.
Queda el recurso del asilo político.
Lamento decirlo: No están dejando, en su afano de poder, otra salida: sometimiento y/o sangre.
Han logrado concretar el sueño de los 70: es esta pesadilla. Una farsa dramática.
( Martín R.) Primero, perdón por el lapsus del halla en vez de haya.
ReplyDeleteEn cuanto a lo dicho por Pedro, tiene muchísima razón, ver en Alemania la idea de un impuesto a quien no tenga hijos como aliciente a tenerlos, o la prohibición en Italia a morirse porque no hay lugar en el cementerio, desde lo políticamente correcto germánico al absurdo neorrealismo italiano, todo tiene una misma dirección y sentido.
Pero el desaforado realismo mágico latinoamericano lo reduce a una farsa, de final sangriento seguramente, pero sin siquiera el consuelo del péndulo.
En la Argentina el tiempo de la libertad no pasó porque nunca llegó.
No hay ni habrá aprendizaje. Llevamos 200 años repitiendo los mismos errores. Tres décadas hace 140 años no alteran el desarrollo de los acontecimientos.
Sarmiento fue un error en este proceso. Un pecado venial, ya extirpado.
Saludos Martín
Mirá Martín, cuando llegué a "halla" dejé de leer el resto, no lo pude soportar...
ReplyDeleteFuera de joda, excelente lo que escribiste.
EOC es un gran 'muro de los lamentos' virtual. Me pregunto, sin ánimo de crítica, ¿contribuirán éste y otros blogs 'del palo', con sus 2cents, al nacimiento de algo nuevo? Digo, antes de suicidarnos, que yo creo que "Sarmiento el soñador sigue soñándonos" (JLB) y que aquí estamos humildemente dejando ese testimonio. Falta saber si somos o no los últimos rescoldos de aquél sueño, una esperanza o un final.
Gus VF
Gus, casualmente ése fue el origen del blog, dejar de atormentar a La Opinadora con mis lamentos descargándolos acá.
ReplyDeleteMartín, lamentablemente me parece que tienes razón, la Argentina de fines del siglo XIX y principios del XX fue una anomalía absoluta.
ReplyDeleteEl tema con Sarmiento es que a continuación de los sueños el tipo movió cielo y tierra para concretar, y además juntó unas cuantas tropas y sacudió al tirano a cañonazos.
ReplyDeleteMe explico?
Totalmente de acuerdo, Klaus. Humildemente, como dije hace tiempo en otro post, aceptemos que ésa es la diferencia entre aquella generación del '37 y nosotros...
ReplyDeleteGus VF