Mar 31, 2012

Es un asunto de libertad.




Quiero ser claro sobre este tema.
Libertad absoluta –no existe otra- para las personas mayores, restricción absoluta para las personas menores.
La libertad de los adultos no puede, no debe extenderse a los menores.
Esta doble visión sobre el asunto, realizada efectivamente, garantiza tanto la libertad de los adultos como la protección de los menores.
Toda argumentación contra este blindaje atenta contra ambas cosas. En corto o en largo.

Cuando que se argumenta a favor de las libertades individuales, en algunos casos la cuestión se para en seco con el tema de los menores. Y allí se deja de debatir y el tema queda en nada. Continuando las cosas como hasta entonces. Sin que nada cambie, sobre todo en el ámbito del pensamiento.
Nuestra cultura, y la mayoría de las civilizadas, imponen restricciones sobre algunas cuestiones para la protección de los menores. Está bien. Tiene que ver con la conservación, reproducción de la misma y es una extensión de la natural protección de los menores que tenemos como especie.
Pero esta protección no puede extenderse para impedir la libertad de los adultos.
Punto.

Otras dos cuestiones importante a esclarecer:
Desde un punto de vista exclusivamente liberal:  
Mi libertad es mía, la tengo yo, no me la da el Estado con leyes. Sólo la reasegura, en el mejor de los casos.
Yo tengo la libertad de hacer conmigo lo que quiera, mientras no perjudique a un tercero.
Todo lo demás son añadidos de otro carácter.

Ningún legislador republicano otorga libertades. Sólo puede devolver las previamente conculcadas por el Estado.
Ningún legislador puede otorgarle a uno el derecho hacer lo que quiera consigo mismo, mientras no perjudique real y efectivamente a un tercero, porque uno ya tiene ese derecho.
Quien le dice lo contrario miente y quien lo cree es un ignorante.
Uno no tiene que dejarse engañar por las prácticas y discursos.
Esta cuestión de las leyes que permiten cosas que otras leyes han conculcado es un juego de espejos leguleyos para bobos.
Lo mejor que podría hacer un legislador honrado –si acaso lo hubiera- sería derogar todas las leyes que van contra el espíritu liberal de nuestra Constitución original.
En Argentina, después de la Constitución y empezando por las que la implementan, la mayoría de las leyes son inconstitucionales, van directamente en contra de aquella y hacen que el individuo pierda los derechos otorgados por la misma.
Esto es tan así que, para que se respeten y se cumplan sus derechos, uno tiene que ir con un abogado al lado hasta para hacer el menor trámite administrativo.
Argentina está repleta de leyes. Y esto es porque son leyes-trampa. Una telaraña de leyes destinada a burlar la Ley Fundamental que garantiza los derechos del individuo. Funcionan efectivamente desde hace décadas. Y no hacen más que garantizar nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro dictatorial, sino prácticamente totalitario.
Es repugnante ver la calidad y cantidad de legisladores que se publicitan autoproclamándose dadores de libertades al pueblo. Lo peor es que su ignorancia es tal, que su actitud es sólo una proyección de la misma.
Las discusiones en cuanto a ciertas liberalizaciones son falsas y la única política honrada al respecto es demoler el edificio de leyes que atentan contra la libertad individual.
Mientras se siga en la superficie y sin entrar en este asunto se errará en un cuarto de espejos, sin salir del verdadero laberinto: la de leyes con que los funcionarios del poder político se arrogan la posesión y la tutela de las personas que habitan el territorio, dándose un poder que no les corresponde.
Los políticos, por supuesto, siguen este juego porque le mantiene e, inclusive, les aumenta su poder. Y no piensan legislar en contra de sí mismos.
Nos corresponde a los ciudadanos recuperar nuestra libertad. Poner algo de coto a este desmadre institucional.


Estos son los dos puntos básicos e importantes a tener en cuenta. Proveernos nuestra libertad a la vez que protegemos a nuestros menores, que no tienen la responsabilidad aun de tomar ciertos riesgos. Y desarmar la trama de la conculcación legal de derechos naturales y de mentiras con que nos somete la casta política.


Don Julio Rougès ha extendido su cuestionamiento sobre la supuesta liberalización de la tenencia de drogas para consumo propio a, y con, una serie de cuestiones adyacentes que superan el punto, aunque estén relacionadas. Uno puede demorarse coincidiendo y disintiendo mientras se aleja del asunto preciso. Creo que son cosas a tener en cuenta, pero no deben obnubilar lo principal.


Por último:
Muchas de las cuestiones relacionadas con la libertad y el riesgo de la misma asociado a nuestros hijos, o el destino de la sociedad que habitamos, su futuro, nos hacen desistir de pensar en las mismas. Nos hacen pararnos en seco. El compromiso emocional que llevan produce esto. Finalmente nada pensamos, nada debatimos, nada implementamos. Nada cambia en el mundo real. La cuestión permanece igual.
Es un círculo que siempre se reinicia.
Por temor a que las cosas empeoren o afecten a nuestro mundo no implementamos cambios. Lo que omitimos con este mecanismo es el hecho de que las cosas ya están muy mal. Y empeoran por sí solas. Sin que nosotros hagamos nada para eso. Precisamente porque nosotros no hacemos nada.


9 comments:

  1. Don F, lei , aunque no todo reconozco, la mayor parte de la secuencia sobre el tema.

    Es un tema sobre el que no alcanzo a definir en forma categórica una postura, aunque la sensación es que toca aspectos muy sensibles de cada uno y provoca que varios de los comentarios adquieran visos de , sino fanatismo, si de una visión cerrada sobre la opinion no concordante.

    Si bien la decisión de consumo es una decisión libre y que no puede ni debe, a mi entender, ser regulada si no afecta a terceros, toda decisión libre encierra en su definición el ejercicio pleno de las facultades mentales para la toma de tal decisión.

    Que sucede cuando el consumo regular produce el efecto consecuente de convertir tal consumo en una adicción ?
    Quedando invalidada a partir de tal proceso químico, la libertad, es decir el ejercicio pleno de la voluntad en el hacer.

    Pienso en que podria decirse, que el conocimiento de esa consecuencia por el consumidor, y la libertad de elegir el soportar tal consecuencia, tambien es parte de la libertad del individuo.

    Pero creo, por haberlo visto de cerca, que no hay una real consciencia del infierno, uno del cual no se vuelve como de un paseo.

    Es decir, es dable renunciar a la propia libertad en algun ambito, si esa renuncia conlleva la renuncia a la posibilidad de recuperar dicha libertad cuando sea mi voluntad ?

    Creo que hay un tema a analizar de relacion entre Voluntad y Libertad. Y como se ve alterada por una adicción.

    No tomo casos puntuales para hacer ningun analisis sobre las consecuencias en el organismo, la generalidad es que el consumo produce adicción.

    Y en cuanto a caso paticular, el padre que tuvo que matar a su propio hijo en Mar del Tuyú es para analizar.

    Sobre el tema marihuana particularmente, la consumida actualmente tiene un efecto de 10 a 15 veces mayor sobre el organsimo que la usada en los divertidos y hippies 60's.


    Escucho opiniones, y si alguien piensa, distinto, muy distinto, o en contrario sobretodo, me gustaria escuchar sus razones y no sus ataques.

    Saludos, Martin.

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  2. En lineas generales estoy de acuerdo, la libertad es innata al hombre y no producto de la ley positiva pero algo me hace ruido: ¿la protección de los menores sería la única justificación, en este caso, para la existencia de un estado? ¿Por que no el dejamos este asunto a los padres? Para mi el estado no tiene razón de existir.

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  3. Martín: Cuando el consumo se convierte en adicción simplemente te jodés, en todo caso todo nació de tu libre decisión de consumir por primera vez, y todos los efectos posteriores positivos y negativos derivan de esa decisión primera. Que la gente se haga cargo de su vida y de su libertad, que no nos obliguen a todos a cuidarlo con nuestro dinero e los errores que cometieron. Insisto, que se jodan. Y los casos como el del padre que mató al hijo, es eso, un caso, no se puede coartar la libertad de todos por que un idiota no supo como manejar la merca. Si actuamos en base a casos aislados el alcohol debería estar prohibido, de hecho se prohibió en USA en los 30 y así les fue, pero parece que no aprenden de los errores.

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  4. El seguir la línea de la adicción implica prohibir el tabaco. No es un mundo en el cual querría vivir...

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  5. Don F, su razonamiento desde el lado de la demanda parece coherente. Faltaría explicitar que hacemos con los drogadictos de 35 años hechs una piltrafa e incapaces de laburar. Siguiendo el razonamiento liberal los dejamos morir en la calle como escarmiento y prevención de los que quieran drogarse. No creo que ninguna sociedad lo soporte.
    La otra parte que falta es el razonamiento liberal del lado de la oferta. La constitución más liberal que tuvimos reconoce el derecho de ejercer toda industria lícita. Por lo tanto reconoce al estado el poder de limitar aquellas actividades que no considere lícitas. ¿Vamos a autorizar la producción y comercialización como industri lícita?
    Si la autorizamos ganaríamos muchas cosas. Grandes capitales se dedicarian al negocio con clientes cautivos, similar al de la venta de nicotina. esto haria bajar los margenes y mejorar la calidad del producto, Se evitarian sobredosis, contaminaciones, difusión del HIV (venderían jeringas prellenadas descartables).
    Como contra tendrias a toda la maquinaria del marketing induciendo gente a drogarse aumentando las personas en riesgo de ser adictos. Ademas si bien reduciríamos el mercado negro, quedaría un incentivo para violar la ley. Inducir a los jovenes a drogarse. Los adolescentes son los más propensos a la rebedía y a probar nuevas sensaciones. Fácil presa de los venddedores de paraisos. Las empresas desviarin droga a estos mercados ilegales para conseguir jovenes clientes cautivos, como hoy hacen las mafias en los colegios que reparten droga de oferta.
    Hay una proposición que mantiene las ventajas de la liberalización sin sus desventajas. A los liberales ortodoxos les produce nauseas, pero esta basado en principios liberales ortodoxos.
    ¿Cual es la mejor manera de destruir un negocio? Si, estatizarlo.
    Liberlizar la demanda. (Siempre queda resolver el tema que hacemos con los drogadictos cuando quedan deshauciados) mantenemos la producción y comercialización como actividad ilegal, salvo que sea hecha por orden del Estado. Por lo que no hay promoción de la droga.
    El estado licita la compra de todas las dosis stimadas necesarias por un monto fijo de dinero que se pagará sean o no consumidas. Por lo que los proveedores, menos se consumen menos ganan disminuyendo la voluntad de negrear.
    El Estado obligara a las farmacias (servicio público) a distribuir las dosis a precio de costo. Disminuyendo las ganas de vender del farmaceutico.
    Sefuramente esta opción tiene sus defectos y como todas depende de las personas que la implementan, pero creo que es mucho mejor a la liberalización lisa y llana o a la actual prohibición.

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  6. Blas: cuántos son los drogadictos de 35 hechos una piltrafa?
    Seguramente que si todas las almas caricativas que hasta hoy declaman darles una mano, lo hacen poniendo previamente esa mano en su propio bolsillo, alguna fundación privada para ayudarlos pueden hacer andar.
    No es tan dificil si ponen voluntad desde la billetera y si el estado deja de impedir que la ayuda de origen privado reemplace a la estatal (wink, wink, cuántos maman de estos emprendimientos en cargos administrativos que se llevan más porcentaje del que les toca después a los socorridos?).

    O se trata de ser bondadoso con la guita de todos los otros nomás? Así yo también curo al mundo.

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  7. Escribo rápido y al boleo, disculpen.
    No es lo mismo ser adicto/drogadicto/paria en el Tercer Mundo que en países desarrollados.
    Primero porque hay sobrados ejemplos que aún con excesos los que incurren en el consumo pueden llevar una vida próspera (Ej. los Rolling), esto lo digo por conversaciones con médicos amigos.
    El sistema de seguridad no es el mismo, en un país desarrollado se asegura medianamente algún tipo de seguridad al ciudadano corriente más allá de la criminalidad que existe en todos lados.
    El sistema de salud es igualmente más eficiente que los de estos lares, aún siendo en parte estatales como UK.
    No creo que hayamos visto o tengamos registro de una civilización donde la droga (ya el alcohol lo es) sea de libre circulación.
    Durante la Ley Seca te vendían basura por la prohibición, con la droga y los intereses asociados, la cosa se vuelve peor y es mayor aún su implicancia en sociedades con grandes poblaciones marginales sobre todo de jóvenes.
    La marginalidad y las necesidades insatisfechas no son generadas justamente por los proveedores o los consumidores, son básicamente responsabilidad del Estado y sus actores en el caso de una República que lamentablemente el nuestro no es el caso.
    Como muchas conjeturas, teorías ya sea legales o burocráticas, estamos hablando de cosas que en sociedades como las actuales ya sean desarrolladas o subdesarrolladas como la nuestra, nunca se han experimentado.

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    1. Todas las drogas eran de libre circulación hasta la decada del 20... y no pasaba nada, la explosión de violencia mafiosa es hija de la prohibición.

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  8. Mean fuera del tarro
    Este es un problema de política internacional y de seguridad interior
    La libertad, lará, lará, lará...

    muy bueno el blog!

    JLT

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