Que gira en el mismo lugar.
¿Quién lo dijo y en qué año?
El país tiene una potencialidad económica que tendrá que aprovechar eficazmente a fin de acelerar el ritmo de su producción y satisfacer así sus crecientes necesidades de consumo popular, imprimiendo a su desarrollo un fuerte sentido social. Poderosos obstáculos se oponen momentáneamente a ello. Primero, no es posible acrecentar las importaciones de las materias primas y combustibles requeridos por un ritmo más activo de la producción. Segundo, este mayor ritmo requiere importaciones de maquinarias y equipos: la precaria situación de cambios no permite acordar permisos para su importación. Tercero, aun cuando estos bienes pudieran importarse, no habría fuerza motriz suficiente para accionar maquinarias y equipos, debido a la grave crisis de energía. Y cuarto, la producción no podría moverse por la notoria descapitalización del sistema de transportes: el consumo excesivo se ha hecho a expensas de inversiones de capital.
Esas ideas, del desarrolismo, ya anacrónicas en esos años, igualmente se enmarcaban dentro de un razonamiento y lenguaje económico racional, comparado con el delirio de las cosas que puede decir ahora un Kicilloff, un Randazzo, un Anibal Fernandez, una Marcó del Pont, y sobre todo, la presidente.
ReplyDeleteNo se preocupen porque esta vez seguro que sale bien. La tecnología no es la misma que la de los 50.
DeleteNo había leído este post y por mi parte posteé mas adelante mi comentario que hice en LNOL sobre este artículo con el título --bastante coincidente con el suyo-- "El eterno retorno".
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