Me gustaría entender cómo puede ser que a esta altura del partido TODOS los candidatos de la ciudad de BA estén a favor de las nacionalizaciones de los servicios públicos. Y no lo digo desde una postura ideológica ni por "fundamentalismo de mercado", como le gusta decir a Marianito.
Insisto con lo que vengo diciendo por acá desde hace años (ver esto y esto).
Pareciera que mucha gente, incluidos expertos, ya se olvidó de por qué muchos servicios públicos se otorgaron en concesión en el país. No se trató de una cuestión ideológica sino de la herejía propia de la más absoluta necesidad. Después del incendio alfonsinista, la opción en cuestión de servicios elementales como teléfonos, agua y transporte era volver al siglo XIX o lograr que alguien ponga la plata para su reconstrucción e introdujera un mínimo de racionalidad en su administración.
Creo que en el mundo en general y en la Argentina en particular ha quedado más que comprobada la absoluta incapacidad del estado para manejar empresas. Me parece una barbaridad que un país con el nivel de ingresos de Argentina despilfarre sus escasísimos recursos para mantener monumentos de corrupción e ineficiencia como las empresas públicas.
Totalmente así. Tenemos menos memoria que el vaguito de Memento, y somos más boludos que el Candide de Voltaire. El de Memento por lo menos se hacía tatuajes más o menos útiles, acá los únicos que nos hicimos dicen "Milicos=30000muertos" y "Menem=caca".
ReplyDeleteJL
El Estado, aquí en Argentina y en el mundo en general, no obtiene ingresos de una empresa estatizada sino que malgasta recursos en ella. Si el Estado obtiene ingresos al estatizar una empresa, los obtiene debido a la confiscación de bienes privados. Si el Estado pagara el valor de mercado de la empresa, debiera pagar el valor presente esperado de beneficios futuros. Una vez estatizada la empresa, el Estado no tiene incentivos para innovar tecnológicamente, no tiene incentivos para bajar costos. No los tiene porque quienes toman las decisiones no deben responder ante los propietarios de la empresa sino que responden ante políticos cuyos intereses son bien distintos de los propietarios de una empresa privada. Uno de los argumentos que se emplea cuando se estatiza una empresa es que una empresa pública no debe preocuparse por maximizar el beneficio sino por otros objetivos, como por ejemplo «cuidar el empleo». Algunos suelen preguntar: ¿por qué en Europa las empresas estatales funcionan y en Argentina no? En Europa las empresas públicas malgastan recursos pero allí hay para malgastar. En cambio en Argentina se «despilfarran sus escasísimos recursos».
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