Sep 3, 2010

De José Luis


Vale la pena leerlo:

Es tristísimamente cierto. El mal hecho no va a poder revertirse en poco tiempo.

Aún así, a veces pienso que no, que somos demasiado imbéciles hasta para que nos dure una enfermedad social como la que nos inocularon en estos años monto-totali-kirchneristas, y que así como la adquirimos la vamos a dejar atrás en un puto santiamén. Pero no la vamos a dejar atrás por convencimiento y madurez, no por anticuerpos, sino por olvido y estupidez y cambio de modas que dejamos que nos impongan los sucesivos "líderes" que adoptamos para que nos salven (*). Y eso, de vuelta, aunque pudiera ser aparentemente lo mejor que nos pudiera pasar en ESTE momento, sería síntoma de lo peor que nos VIENE pasando en todas estas décadas de desbarrancamiento.

(*) Lotrodía había -por acá, creo- un post en el que se decía cómo Duhalde había "adoptado" el eslogan de Obama, ese de que "se puede". Me pareció atroz la comparación, porque no tiene nada que ver y sin embargo ni nos damos cuenta de hasta qué punto es distinto el mensaje. El eslogan del bañero no es "Yes WE can", es "Duhalde puede". Él puede, no "nosotros". Al imbécil oído argento le parece música escuchar que "alguien" puede en vez de que nosotros podemos, y ni siquiera distingue la disonancia entre "Duhalde puede" y "Nosotros podemos", porque nuestro líder es nosotros. Ponemos toda la responsabilidad en el führer, y cuando -obviamente- hace cualquiera (al fin y al cabo es apenas un führer), nos sacamos la culpa tan rápida y eficientemente como una camisa sucia... para ir a ponernos otra igualmente inmunda.

JL

8 comments:

  1. JL, me temo que la enfermedad social no fue inoculada en estos años, viene de toda la vida. Kirchner, como Perón en su momento, se dio maña para cebarla de lo lindo.

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  2. Sí, Louis, es cierto. Al final voy a estirar demasiado la metáfora médica, pero diríamos que antes de los K éramos "portadores sanos" (con TODOS los peros que le quieras poner) del odio de clases. Y los K nos metieron un feroz brote pandémico.

    Lo peor es que hasta mutaron el adn de la enfermedad. Los argumentos zurdetes de ahora están pasteurizados al lado de lo que eran allá por los 70s. Ahora resulta que eran todos pibes idealistas, luchadores de la luz, que el Che no mataba gente, que los montos no secuestraban y mataban y lavaban guita y que, del otro lado, por algún motivo misterioso, se armó una monstruosa fuerza represiva de estos ingenuos e idealistas adalides del flower power. Y ese tipo de tergiversaciones de la historia y represiones de la verdad (al igual que quisieron hacer los milicos pero con su lado de la historia), en una sociedad -igual a como sería con una persona- genera neurosis sociales terribles que van a volver siempre para mordernos.

    JL

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  3. Comparto, JL. La pregunta es la misma de siempre, ¿los argentinos se volvieron locos de golpe o la cosa viene flotando justo por debajo de la superficie, como tereso en pozo ciego, desde décadas? La cuestión parece ser siempre “no puedo estar sin odiar a alguien”.

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  4. Todo es tristemente cierto.

    Ya ni me preocupa si es congénito o contagioso.

    Mi pregunta es...


    CÓMO SE CURA ???!!!???

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  5. Es una cuestión de incentivos.
    Mientras se sigan premiando ciertos comportamientos en desmedro de otros, los resultados no cambiarán de dirección.

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  6. PD. Si no entendieron lo que dije, voy a hacer un pikete y paralizarles la existencia hasta que me firmen por escrito una conciliación obligatoria con el Ministerio de Entendimientos y accedan a mi demanda.

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  7. La pregunta del millón, Fiura, sin duda. Te soy honesto, yo creo que la única posibilidad de cambio para Argentina pasa por un gran nobleza obliga de las clases dirigentes, que vuelvan irrelevantes (o moderen) las tendencias suicidas de millones de argentos de a pie.

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