Jun 14, 2005

Un Problema Cultural

Se armó un muy interesante intercambio de opiniones sobre la importancia de la educación y de los valores. Desde mi punto de vista, esta cuestión es central, ya que explicaría por qué nos va como nos va y eventualmente nos ayudaría a encontrar una solución para salir de la miseria y el atraso.

Creo que Pablo tiene razón en su defensa de la educación, al destacar su importancia para cualquier sociedad, especialmente para las más pobres y atrasadas como la nuestra. Como ya dije alguna vez, creo que si hay una solución, necesariamente involucra a la educación.

Mi disenso en el tema es más un "caveat", una aclaración, que otra cosa. Comparto el punto de vista de la importancia de la educación, pero no creo que se trate de una solución mágica a todos nuestros problemas, la “bala de plata” con la que vamos a acabar con nuestras frustraciones.

Como decía hace un tiempo en otro post, estoy convencido de que nuestros problemas son culturales. No se trata de una cuestión de aptitud (con “p”) sino de actitud (con “c”). La diferencia entre los países pobres y los ricos pasa en gran medida por la manera en las personas encaran la realidad, la actitud que tenemos ante la vida.

Por supuesto que una mayor exposición a la educación formal siempre ayuda, pero si no tenemos un sistema de valores favorables al progreso, valen de muy poco los títulos universitarios o los postgrados. Esto es posible verlo a diario en países como Argentina. Conozco señores de 40 y pico de años, con títulos de prestigiosas universidades que no sólo fuman en los lugares para no fumadores, sino que están dispuestos a demostrarle a cualquiera que se lo recrimine que en realidad los equivocados son los que no fuman.

Una vez tuve una larga charla con un amigo ingeniero que intentaba demostrarme por todos los medios cuán contraproducente era usar el cinturón de seguridad en caso de accidentes de autos.

Un sistema educativo es tan bueno como el sistema de valores y los contenidos que distribuye. Si lo usamos para “enseñar” a los alumnos que la Argentina es un país rico, que sólo es pobre porque nos saquean las multinacionales y los Estados Unidos, si fomentamos la pasividad ante la vida, que la riqueza sólo se transfiere, la idea de que debemos sentarnos a esperar a que alguien providencial venga a solucionar nuestros problemas, de que tenemos derechos inalienables a la salud, la vivienda digna, la felicidad, pero no se explica que todo derecho trae aparejado una obligación, estaremos causando más daño que beneficios a toda una generación de jóvenes.

Hasta donde puedo ver, no existen grandes diferencias entre el nivel de educación medio de los países pobres y ricos. La diferencia se da en el acceso a la escuela primaria, pero no tanto en la educación superior. Honestamente no podría decir con certeza que el nivel promedio de educación de los habitantes de la provincia de Québec sea superior al de los extranjeros que conozco acá, mucho menos en el caso de los argentinos inmigrantes. Creo que lo mismo se puede decir de España.

Donde si hay diferencias abismales es en los valores. Cuestiones consideradas completamente menores e intrascendentes en sociedades como la nuestra, son centrales en países como este. El respeto por los contratos, por los demás, la consideración, la puntualidad, la honestidad, el apego a la ley, el orden, etc.

Insisto, podemos discutir si una educación mala es mejor que ninguna educación, pero no deberíamos sorprendernos después por los resultados. En fin, el tema da para mucho y por parte de expertos, no de legos en la materia como un servidor.

1 comment:

  1. Muy bueno Luis, coincido contigo plenamente.

    Pablo

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.