Lo colgué como comentario, lo dejo como post.
Yo creo que en Argentina hay dos realidades políticas ineludibles (por lo menos hasta ahora):
1)
El gasto público siempre tiende a la suba y la suba es siempre por encima del aumento de la productividad de la economía. Los argentinos están convencidos de que tienen derecho/merecen un nivel de vida mucho más alto del que están condiciones de pagar.
2)
Es políticamente imposible hacer una baja racional y ordenada del gasto público. Equivale al suicido político. Las bajas de gasto público se hacen mediante licuaciones devaluatorias e inflacionarias. Es lo que se viene. Y, por supuesto, la culpa será del neoliberalismo, de Menem y Cavallo.
Tal vez lo más novedoso, por lo grave, de la versión kirchnerista es que muy pocas veces se gastó tanto con semejante nivel de ineficiencia. En estos años se tiraron a la basura (y se repartieron entre amigos y entenados) miles de millones de dólares.
De acuerdo y valga el comentario puesto aquí
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