La Concejala socialista Olvido Hormigos del pueblo de Los Yébenes en Toledo (ver post
de Don Freeman al respecto), repentinamente llegada a la fama por su amor
propio difundido por Internet, había explicado que el video que grabó era para
su marido y expresó su intención de renunciar a su banca. La Concejala atribuyó
la filtración del video a una maniobra política del PP ya que había sido difundido “a
través del correo electrónico de la Alcaldía” en manos de los Populares. Una clara conspiración pepera.
La evidente intromisión en la vida privada de la edil fue
justamente repudiada por la mayoría de los comentaristas del arco político,
periodístico y por el público en general,
lo que provocó que Olvido revisara su intención de
renunciar y decidiera continuar en su cargo ya que no había cometido ningún
delito y, en cambio, había sido la víctima de uno. Hasta aquí todo muy bien.
Esta actitud fue muy aplaudida por la progresía en general,
pero a mi mujer, que no es progre, no le convencía el relato ni la historia de
la conspiración. El razonamiento de la Enmascarada que tuvo a bien compartir
conmigo fue:
- a)
¿Cuántas mujeres casadas y con hijos en edad
escolar, es decir, casadas hace un rato, conocía yo que le enviasen un video
semejante a su marido? Ella, ninguna. (Son todas serias, imagino)
- b)
¿Por qué razón le enviaría un mail así al marido? (Tal vez se lo mereciera, pensé, pero no abrí la boca)
- c)
¿Tan contenta y caliente está con su marido después
de varios años? (Aquí puse cara de ofendido, pero ni pelota que me hizo).
Conclusión de ella: El video era para
OTRO tipo que la dejaba enloquecida
en la catrera y que le había hecho perder todo el sentido de la más elemental prudencia.
También dijo que probablemente se
trataría de un espécimen más joven (no dijo espécimen, precisamente), rendidor
y de buen estado físico, y que la Concejala estaba en una edad de alzamiento
constante, mientras que los hombres de la
probable edad del marido están más dedicados al trabajo que a la mujer propia.
(No
me sentí aludido dado que el trabajo nunca me distrajo de las chicas jóvenes y
tuve un hijo con ella a los 43 años, así que no califico en la descripción,
espero)
Cuando la Enmascarada razona así he aprendido a respetar su opinión dado que ella conoce a sus semejantes del gremio mujeril mucho
mejor que yo. (Hay un mundo femenino oculto a la mirada de los hombres).
Al día siguiente, no me sorprendí al ver que su opinión era
ampliamente mayoritaria entre las mujeres mayores de 30 años, casadas o no. Todas pensaban que el video era para un macho y no para un marido (nos ven castrados a
los husbands, parece) mientras que las más jóvenes tendían a darle crédito a
Olvido y a reivindicar su.derecho a cascarse como quisiera.
Ayer, la prensa española difundió las imágenes de la reunión del
Concejo Municipal de la pequeña ciudad toledana con Olvido con sus compañeros
de PSOE. La nube de fotógrafos y camarógrafos que cubrió la noticia era
similar a la que suele seguir a Messi...
Como
es lógico, la denuncia de este hecho delictivo fue objeto de una inmediata investigación
policial que rápidamente parece haber llegado a la conclusión de que el autor
de la difusión del video en Internet había sido el destinatario del mensaje erótico. Hay que aclarar que la Policía Nacional es eficientísima en materia de descubrir a los culpables de delitos informáticos, pero esto era una papa para ellos.
No, iluso amigo, no fue el marido el que lo subió a la Web.
Fue un futbolista de
27 años del equipo local, “amigo íntimo” de la Concejala y quien, según la Policía, había sido el
verdadero destinatario del video y que lo habría difundido por WhatsApp…
Toda la historia de la conspiración ha quedado reducida a lo
que la Enmascarada y su gremio mujeril adulto creyó desde el primer
momento: Cuernos para un marido, Olvido
se olvidó que tenía hijos y responsabilidades, el marido y los hijos se tienen
que bancar el escándalo y la vergüenza y el futbolista enfrenta un proceso penal
por violación de la intimidad.
Y agrego un comentario mío: el futbolista de 27 años deberá
enfrentar el precio de la fama de ser un padrillo que vuelve locas a las
cuarentonas y a las que no lo son.
¡Van a hacer cola las mujeres para que las atienda! Sobre
todo si aprende a ser discreto, el muy imbécil.
Hay que joderse. ¡¡Cómo se conocen las señoras entre ellas!!
